
A las dos de la mañana en medio de un insomnio gris y negro y silencioso...
Y fué cuando amanecí, y a las dos de la tarde, y ahora mientras te pienso, a las nueve y veinticinco de la noche.
Y fué a cada una de esas horas, y lo será otra vez a las dos de la mañana que te extrañé, te extraño y te extrañaré. En medio de otro insomnio al que ahora le pondré color azul marino y azul cielo.
¿sentirás?
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